Samú Costa, jugador de la UD Almería , se ha convertido en el principal objetivo del Valencia CF para renovar su plantilla de cara a la próxima temporada. El portugués entra en la política de fichajes del club del Turia: bueno, bonito y barato. Además, suma que el jugador luso tiene 20 años y una gran carrera por delante.
El mediocentro se encuentra cedido por el Sporting de Braga en la Almería. Una vez finalice su préstamo en el club andaluz el próximo 30 de junio, será cuando el conjunto valenciano mueva ficha. La intención es que el futbolista llegue cedido como los refuerzos invernales Ferro, Oliva y Cutrone, o a un coste bajo.
Ni siquiera es segura la continuidad de su técnico Javi Gracia y lo más previsible es que el vavarro abandone Mestalla pese a que el luso puede ser una petición expresa del míster. No será fácil su llegada, ya que el club arlequinado se guarda una opción de seis millones de euros para hacerse con el 60% del pase del jugador.
Samú Costa acumula 35 encuentros y dos goles repartidos en 32 de LaLiga Smartbank y otros tres en la Copa del Rey en los que ha marcado dos dianas en el campeonato doméstico. Números realmente buenos para uno de los artífices del gran año de la UD Almería, que es tercera con serías opciones de regresar a la Primera División un lustro más tarde.
La imperiosa necesidad de dar salida antes de permitir llegadas
A día de hoy, el Valencia CF necesita ingresar unos 26 millones de euros en el próximo mercado estival. Por lo que parece claro que las llegadas serán de nuevo pocas y a muy buen precio. Tras dos ventanas en las que solo llegaron tres jugadores, la necesidad de refuerzos es imperiosa.
El Valencia CF es decimocuarto con ocho puntos de ventaja sobre el descenso. No está nada decidido y una mala racha los podría meter en el pozo, ya que LaLiga está más competida que nunca en todas las posiciones. Unas temporadas nefastas y un proyecto a la deriva que busca juventud para levantarse.
Samú Costa es uno de los elegidos junto a Carlos Soler, Uros Racic o Yunus Musah para liderar a la nueva generación del conjunto ché. Un gigante dormido que busca recuperar su estatus perdido con la Málaga gestión por parte de su dueño Peter Lim y de su presidente Anil Murthy.