El Alavés se enfrentaba al Granada en la jornada 37 de LaLiga, mirando de reojo a los últimos puestos de la tabla. Pese a contar con cinco puntos de ventaja sobre el decimoséptimo, existía cierto temor a verse luchando para salvarse en el último partido de la temporada. Valladolid, Huesca y Elche tenían que hacer sus deberes para que se produjese una posible debacle que metiese a los babazorros en la pelea.
El Elche fue el único en lograr una victoria, que hubiese supuesto cierto peligro en caso de no lograr la victoria. Pero los alaveses no querían sorpresas, y gracias a goles de Pere Pons, Rubén Duarte, Joselu y Luis Rioja terminaron ganando a los andaluces, colocándose con 38 puntos en la decimoquinta posición.
Tras certificar su continuidad, los albiazules continuarán por sexto año consecutivo en la máxima competición tras su ascenso en la temporada 2015-16. Pese a la alegría, ha sido un año complicado, por motivos deportivos y extradeportivos.
Por el banquillo de la entidad han pasado tres entrenadores a lo largo del curso. Tras haber iniciado con Pablo Machín, en enero se produjo un cambio de técnico, motivado por los resultados de los últimos encuentros. En su lugar, llegó Abelardo en su segunda etapa en el banquillo del club. Su rendimiento no fue el esperado pese a la intensidad que exigía, y estuvo lejos de mejorar a su antecesor, además de caer eliminado en la Copa del Rey ante el Almería de forma contundente.
Ante una situación crítica, llegó Javi Calleja, que tenía que obrar un milagro con una plantilla con problemas que se encontraba en puestos de descenso. Finalmente, tras sacar siete puntos de los últimos nueve, desde Vitoria pueden respirar aliviados por la permanencia.
Además de los cambios de entrenadores, dentro del vestuario se generó mal ambiente durante la estancia de Abelardo. El asturiano constantemente señaló a Lucas Pérez como el problema de todos los males, acusándole de falta de compromiso una y otra vez en las ruedas de prensa. Por fortuna para el jugador, la situación volvió a la normalidad con Calleja.
Tras la victoria de hoy, el último partido del Alavés será ante el Sevilla, en un partido que no supone mayor tramite que el de escalar posiciones en la tabla, dado que ninguno está en la lucha por objetivos importantes.