Pensó en el retiro y ahora apunta al Mundial con sobrados méritos

Muchas veces, el fútbol vive de los resultados y se olvida de las historias que hay detrás. Algunas encierran épica y otras conllevan un instinto de superación superlativo. Hay de todo en ‘la viña del Señor’, pero hay un factor común que encierra a muchas de ellas. Si no están acompañadas de ese ‘estar en el momento adecuado, en el lugar apropiado’, tal vez, unas cuantas no llegarían a buen puerto. Este es el caso de Remko Pasveer, guardameta de la Selección de Países Bajos, en los dos últimos encuentros, antes del Mundial.

Pasveer cuenta con 38 años de edad y, a escasos días de alcanzar los 39, debutó con su seleccionado en la Nations League. Primero, estrenó los guantes frente a Polonia con un triunfo por dos a cero. Luego, repitió contra Bélgica y el uno a cero brilló en la pizarra. Dos partidos, dos porterías invictas. Ahora bien, ¿qué provocó su llamado a la Selección? Es aquí donde interviene el axioma detallado al comienzo, ‘estar en el momento adecuado, en el lugar apropiado’.

El guardameta, nació en Enschede, ciudad y municipio de la provincia de Overijssel en los Países Bajos. Actualmente es ficha del Ajax, a donde llegó libre, en julio. En toda su carrera, Pasveer no abandonó su país. El Twente, Go Ahead Eagles, Heracles Almelo y PSV Eindhoven fueron los clubes donde había militado, antes de llegar al Vítese, en 2017. Precisamente, de este último equipo, de la ciudad de Amhem, llegó a su conjunto actual.

De acuerdo con Transfermarkt, su valor de mercado más alto fue de 1,25 millones de euros. Nunca pasó de ahí, pero no por ello dejó de luchar. Aunque es justo reconocer también que las condiciones de su contratación hacían pensar en un retiro muy próximo. Más aún, cuando llegó al Ajax, tras perderse el final de la temporada anterior por una fractura en un dedo. Sin embargo, el destino le tenía preparada una sorpresa a su esfuerzo.

Fichó para actuar como tercer portero. Sin embargo, la sanción de André Onana y las lesiones de Maarten Stekelenburg, le abrieron las puertas para ubicarse como titular. Ahora bien, que ningún lector se equivoque, pues las actuaciones del guardameta fueron muy buenas. Siete partidos en la Eredivise, dos en la Champions, para un total de nueve, con siete goles en contra, es decir, 0.77 por partido. Además, finalizó con la valla invicta en cinco oportunidades, o lo que es lo mismo, en la mitad de sus participaciones.

El seleccionador, Louis van Gaal, no dudó en convocarle y Pasveer no falló. Dejó su valla invicta en los dos encuentros, actuación que le valió a Países Bajos su clasificación a la Final Four de la Nations League. Su técnico señaló complacido: “Ha demostrado en el Ajax de lo que es capaz y se lo merecía”. No conforme con ello, agregó: “Creo que vendrá a Catar”.

De más está decir la felicidad que esto ha significado para Pasveer: “Trabajé duro durante años y ahora siento que todas las piezas del ‘puzzle’ están encajando […] Es una de las noches más hermosas de mi vida. No podría haber soñado con esto hace unos años”. Aun así, prefiere bajar decibelios y apunta: “Aún quedan muchos partidos y puede pasar cualquier cosa. Es demasiado pronto”. Unas declaraciones donde hace gala de veteranía y humildad. Además, el ejemplo lo tiene muy cerca, en el Ajax, y si alguien lo duda, que lo pregunten a Onana y Stekelenburg.

Mientras tanto, Pasveer es el segundo jugador más veterano, con 38 años y 318 días, en jugar con la Selección de Países Bajos. Sander Boschker, con 39 años y 224 días, lidera la clasificación. Por lo pronto, Catar 2022 está al alcance de sus guantes. Ya Dios dirá en que termina esta historia, pero, mientras tanto, tocará disfrutarla.

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