Cara y cruz en Champions para los Simeone

La jornada 5 de la UEFA Champions League ha dejado muchos titulares y partidos con resultados para nada esperados. Todo ello ha desembocado en el desenlace, trágico, que tuvieron que vivir en la noche de ayer los equipos españoles. Cuatro eran los conjuntos de La Liga que comenzaban disputando esta edición de la Champions, pero, tan solo el Real Madrid ha conseguido avanzar a octavos de final. Atlético de Madrid, Barcelona y Sevilla, eliminados a falta de disputarse la última jornada de la fase de grupos.

En la última jornada disputada de esta Champions se dieron dos partidos, a la misma hora y el miso día, con dos protagonistas de la misma familia: en Atlético de Madrid – Leverkusen, Diego Pablo Simeone, y el Nápoles – Rangers, el hijo del entrenador colchonero, Gio Simeone. Ambos disputaron la quinta jornada de la Champions a la misma vez, pero con suertes dispares para los dos.

Por su parte, el padre, el Cholo Simeone, se vio las caras ante el Bayer Leverkusen. Disputaría el encuentro en busca de los tres puntos que tenía que sumar de forma obligada si quería seguir vivo en esta edición de la Champions. Antes había ganado su partido el Porto y esto obligaba a los colchoneros a sumar los tres puntos ante el equipo alemán y ganar a los portugueses en la última fecha. Sin embargo, un duro final les esperaba. Tras ponerse dos veces por debajo en el marcador, los de Simeone remontaron e igualaron el choque. Un sinfín de ocasiones sobrevolaron el área alemana, ninguna con fortuna de cara a gol. Pero, cuando todo parecía acabado y el colegiado había pitado el final del partido con el dos a dos en el luminoso, revisión de VAR y penalti.

El colegiado del encuentro marcaba el punto de penalti con el partido ya finalizado tras observarse una mano y ser avisado de esta desde la sala del VAR. El encargado en tirarlo fue Carrasco. El belga lanzó a la izquierda del portero y este atajó el lanzamiento. El Atlético se quedaría así fuera de la Copa de Europa y dejaría bastante tocada la figura del Cholo Simeone.

Por otra parte, su hijo, Gio Simeone sí sonrió en la noche de ayer. Su equipo, el Nápoles, se veía las caras con el Rangers escocés y tan solo le bastaron 11 minutos, a Gio, para anotar el primero de la noche. No conforme con ese tanto, el mayor de los Simeone, volvió a anotar a los cinco minutos con testarazo de cabeza que consiguió mandar al fondo de la red. Finalmente, su encuentro quedaría tres a cero a favor de los napolitanos.

Una noche cruel para el padre y dulce para el hijo, para Gio.

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