|CRÓNICA| R. SOCIEDAD 0-1 NÁPOLES: Anoeta es cómplice

El Nápoles visitaba el feudo donostiarra en la jornada número dos de la Europa League. La Real Sociedad llegaba con ventaja en la clasificación tras ganar su primer encuentro en la competición europea, pero este partido sería golpe de realidad para los de Alguacil, ya que los tres puntos volaron para tierras italianas.

Los de Imanol Alguacil repetían casi el once al completo con el que jugó en Croacia, los únicos cambios que realizaba era la sustitución de Zubimendi, que quedaba fuera del once, por Guevara, que entraba en el once titular y la baja de Aritz por un pinchazo en el cuadriceps derecho, entra en su lugar Sagnan. El once queda así: Remiro, Gorosabel, Le Normand, Sagnan, Monreal, Merino, Guevara, Portu, Silva, Oyarzabal y Isak

Los napolitanos dirigidos por Gattuso salían al terreno de juego con algunas variaciones respecto a su último partido de Europa League. En portería no iba a jugar Meret, si no, Ospina; en el lateral izquierdo la variación iba a ser que Rui entrase en el once por Di Lorenzo. En el pivote jugaba Bakayoko en vez de Fabían, en la media punta se quedaba fuera Mertens y entraba titular Demme; y por último, en la punta de ataque descansaba Osimhen y se situaba el italiano Petagna. El once italiano sería: Ospina; Hysaj, Maksimovic, Koulibaly, Rui; Lobotka, Bakayoko, Politano, Demme, Insigne; y Petagna.

Los txuri urdin empezaron la primera parte con buena dinámica, aunque en los primeros minutos del partido, Remiro regala la pelota a Insigne, que realiza un muy buen caracoleo con el que se planta enfrente del guardameta y casi acaba en gol. Los primeros diez minutos fueron totalmente dominados en posesión por la Real, pero la ocasión más clara la obtuvo el conjunto de Gattuso. En el minuto 12, Mario Rui en una buenísima jugada en ataque de los napolitanos, donde concluye con un pase filtrado de Petagna hacía Mario Rui, y este pica el balón por encima de Remiro que casi acaba en gol. Durante gran parte del segundo tramo de la primera parte, el conjunto donostiarra consigue encerrar a al Nápoles en su área con un gran juego, donde los bandas están muy abiertos, y entre Silva, Mikel Merino y Guevara hacen que la fluidez de un lado al otro sea armónico. Por desgracia en el minuto 20, Insigne se rompe y en su lugar entra Inving Lozano. Como última jugada a destacar en la primera parte un zapatazo de Oyarzabal que no encuentra portería.

En el segundo tiempo la Real empieza muy agresiva, acumulando jugadores arriba para intentar atosigar al rival. En los primeros compases de la primera parte estaba teniendo el dominio el conjunto blanquiazul, con algunas llegadas de ambos sin mucho peligro, pero en el minuto 54, Politano saca un zurdazo seco desde casi la linea de tres cuartos que sale como un misil, rebota en Sagnan y por desgracia acaba en el fondo de la red de Remiro. Después de ese gol repentino, la Real Sociedad lejos de venirse abajo sigue intentándolo, tiene dos buenas ocasiones, una que filtra Silva un gran pase para que al final la jugada acabe en córner, y la otra donde, de nuevo, Silva hace un jugadón, pasa a Portu que se encuentra en el punto de penalti y Ospina realiza una gran estirada para mandar el balón a córner. A partir de ahí, el Nápoles acumula jugadores atrás y espera alguna ocasión de contra para de Osimhen, Inving Lozano y compañía corran, todo esto sin peligro. La Real tendría dos jugadas más, una en una salida dinámica, con buenos movimientos, primero una buena media vuelta de William José que descarga rápido para Silva y este realiza un giro muy ágil lo suficientemente rápido para ver en carrera a Oyarzabal que le lanza el balón, este corre hasta el área pequeña donde estalla el balón contra el lateral de la red; y la última jugada le saldría de los pies del joven Ander Barrenetxea, intentando sorprender a Ospina que estuve todo el partido muy seguro y concentrado.

Por lo tanto, la Real Sociedad cayó 0-1 ante el Nápoles. El equipo donostiarra mereció algo más, al menos un empate. El partido, dentro de lo que cabe no habla mal de la Real Sociedad que luchó y dominó todo el partido, al contrario que el Nápoles, planteó su partido y las cosas le salieron como quisieron, manteniendo una defensa solida y saliendo a la contra. Este partido debe de servir como un punto de inflexión para que Imanol sepa corregir esos fallos, por muy minúsculos que hayan sido y a raíz de ahí fortalecer el grupo y seguir con la senda de buenos resultados que venía generando.

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