Hoy en día hay muchas promesas y estrellas de fútbol que se han perdido por culpa del alcohol y las drogas, y en el que a pesar de todo la gran mayoría, apenas pudieron salir de ahí, por eso os traemos la historia de George Green.
Para ponernos en contexto debemos situarnos en el año 2013, cuando estaba en la cantera del Tottenham con jugadores que llegaron al primer equipo como Barkley y Stones, además de que David Moyes, el entrenador del tottenham ese año, estaba como loco para hacerlo debutar ya que era el que más potencial tenía dentro de esa generación.
En el verano de 2014 el Everton hace oficial su fichaje para su cantera pagando 2 millones de libras por él y le puso un sueldo de 2000 libras a la semana y 45mil por firmar, se le consideraba el nuevo Ronney.
Llegando el año 2014 el jugador que tenía 17 años y su debut con el primer equipo estaba cerca, además de seguir al equipo en un Pub al que solía ir con regularidad probó la cocaína y se enganchó a esta, además del alcohol. Green gastaba las 2000 libras que tenía de su sueldo en una gran fiesta, «Una buena noche de fiesta me podía dejar 1500 libras» dijo el jugador inglés en una entrevista.
El Everton intentó ayudar a su jugador, le metieron en un centro de rehabilitación pero nada. Pasó el tiempo y el jugador inglés fue desapareciendo poco a poco hasta que el Everton le dejó ir.
Llegó el verano de 2015 y el jugador firmó por dos temporadas por el Oldham de League One donde duró apenas unos meses, y acabó rescindiendo su contrato y colgando las botas. «No sabía lo que quería» afirmó el jugador y dónde al final entró en depresión y a la semana firmó con otro club, el Yorkshire Osset Albion, de la 6ªDivisión inglesa.
Pasó de jugar en un club profesional a ser pagado 80 libras por partido, estaba deprimido y decidió un día quitarse la vida entró en la estación a pocos km de su casa, y esperó a que pasara el convoy para arrojarse a las vías, tras enterarse por megafonía que el tren iba con retraso pensó que ese no era su momento para irse.
Hizo varias llamadas y se puso en contacto con el Burnley, lider en ese año de la EFL Championship, e hizo un partido amistoso de prueba en el que marcó un hat-trick dejando a los técnicos alucinados.
El problema del atacante inglés es que aún no estaba totalmente recuperado y recaía en la droga y en el alcohol, por lo que el club decidió darle salida de manera de cedido por problemas de actitud al Kilmarnock, dónde duró apenas dos meses y de ahí salió al Salford City equipo del actual presidente del Valencia C.F. Peter Lim y gestionado por los hermanos Neville, Scholes, Giggs y Butt.
Allí tuvo otro intento de suicidio dónde quiso quitarse la vida metiéndose todo tipo de pastillas y acabó teniendo una sobredosis pero la vida le quiso dar otra oportunidad y tuvo la suerte de que alguien pasara por ahí y que llamara a los médicos donde pudieron salvarle la vida. Tristemente el Burnley no quiso renovarle y Green decidió cambiar.
Era 2017, estando prometido y con una hija de dos años George Green decidió cambiar y ahora mismo es feliz juega en el Humber United de la Liga Este de los Condados del Norte dónde compagina su carrera futbolística con su trabajo actual de electricista y dónde da charlas en varios centros sobre como salió de su adicción de las drogas, a jóvenes que se encuentran en la misma situación que él estuvo.
