El Juvenil del Madrid certifica el pase a octavos en la Youth League

El mejor homenaje que los juveniles le podían rendir a uno de sus líderes caídos en batalla, Marc Cucalón, era no rendirse ante la adversidad. Y así lo hicieron, al lograr la ansiada clasificación a octavos de final en la Youth League. Tras la victoria lograda en tierras alemanas, contra el Leipzig, la faena quedó completa. El Juvenil A del Real Madrid está instalado en la siguiente fase.

El primer lugar del grupo en el bolsillo no es un asunto menor. No hay que olvidar que la Youth League tiene un mecanismo diferente al de sus hermanos mayores, de la primera plantilla, para pasar a octavos. Los primeros de cada grupo clasifican a la ronda mencionada, mientras que los ocupantes de la segunda plaza pasan a un play-off que es bastante peligroso. La razón es que los enfrentamientos son a partido único y no hay margen para el error.

En el camino transitado por este Juvenil hubo de todo. Comenzó con un categórico cero a seis en tierras escocesas, contra el Celtic. Fue allá, donde Marc Cucalón tuvo que retirarse del terreno de juego, al sufrir la rotura parcial del cruzado de su rodilla. Un percance que dejó muy afectados a sus compañeros y al técnico, Álvaro Arbeloa. El “espartano” quiso dejar, de forma palpable, su apoyo al mediocentro, utilizando sus redes sociales: “Sólo has necesitado unas semanas para demostrarme que además de ser un futbolista especial eres un chico excepcional, un gran compañero y un líder ejemplar, básicamente el jugador que todo entrenador desearía tener. Esto es sólo una piedra en el camino y sé que algún día cumplirás tus sueños y serás un futbolista grande. Seguro que al mirar atrás comprobarás que esto solo te hizo ser aún más fuerte. Te esperamos pronto de vuelta”.

Tras semejante varapalo, los juveniles recibieron en casa al Leipzig y, cuando todo hacía pensar que se llevarían el triunfo, llegó el empate alemán. Uno a uno fue el resultado y, si la victoria no se concretó, fue gracias a la gran labor del portero rival, Jonas Nickisch. El guardameta detuvo un penal cobrado por Nico Paz y se vistió de héroe al abortar prácticamente todas las intentonas merengues. La estadística final arrojó 31 tiros a favor del Real Madrid, por apenas cinco de sus rivales.

Luego, llegó el turno del Shakhtar Donetsk y los chicos de Arbeloa no tuvieron ninguna contemplación con sus rivales. Seis a uno en el Di Stéfano y un cero a tres, en Polonia, colocaron al equipo en excelente posición, como primeros en la tabla. No hay que dejar a un lado que los ucranianos habían salido airosos en sus dos compromisos previos. Producto de ello es que, a pesar de los dos resultados adversos, aún ostentaban el segundo lugar de la tabla al finalizar la cuarta fecha.

Con el liderato en sus manos y cuatro puntos de distancia de su inmediato perseguidor, el Shakhtar, los juveniles viajaron a Alemania y no fallaron. En el Stadion am Cottaweg, endosaron a sus rivales un dos a tres y cobraron revancha del resultado de la ida. A pesar que el Leipzig marcó primero, el Real Madrid no se amilanó. Con dos goles de Nico Paz y otro de Jacobo dio vuelta al marcador. Los últimos minutos transcurrieron con uno menos por la injusta expulsión del propio Jacobo, pero el pase a octavos se quedó en el bolsillo merengue.    

Ahora, solo resta cumplir el trámite del último partido, en casa, contra el Celtic de Glasgow, pero la meta ya fue alcanzada. Desde la tranquilidad que les brinda el no tener que afrontar el play-off, esperarán por sus rivales. En el horizonte continúa el mismo objetivo. Uno que no es otro que repetir la gesta del 2020, cuando el Real Madrid conquistó su primer trofeo en la competición. 

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