El ‘ingeniero’ – Capítulo 4: Con cuatro atrás

La llegada de Marc Bartra al Real Betis en el mercado invernal de 2018 cambió de forma radical a un Real Betis que, con Quique Setién en el banquillo, no lograba arrancar. El técnico cántabro trató de hacerle un hueco al central catalán y solventar los problemas defensivos que había sufrido el equipo, con una defensa de cinco.

Los resultados fueron difíciles de mejorar, el equipo logró una racha de victorias que le permitió clasificarse para puestos europeos de forma inesperada, logrando el récord de porterías imbatidas consecutivas. El cambio de esquema había permitido a un Betis que no terminaba de cuajar ser uno de los mejores equipos de la segunda vuelta.

Con Rubi se volvió a la defensa de cuatro, aunque empezó a dar hueco a un Edgar que alternaba la posición de central con la de mediocentro en función de la situación del encuentro. De esta forma permitía al equipo protegerse de las subidas constantes de los laterales. Pero la solución no fue efectiva, y el equipo enseguida se volvió a hundir para convertirse en uno de los equipos más goleados de LaLiga, como viene siendo habitual en las últimas temporadas.

Con la llegada de Manuel Pellegrini se espera una defensa de cuatro, pero con futbolistas de un determinado perfil. En todos sus equipos ha optado por centrales corpulentos, capaces de ganar muchos duelos. Futbolistas que incomodasen al delantero rival y fueran contundentes. Un perfil que, a excepción de Zou Feddal (pese a que es demasiado impulsivo y propenso al error), no reúnen los defensas del Real Betis.

Con una defensa tan adelantada y acumulando a un gran número de hombres en ataque, contar con futbolistas de ese perfil se convierte en una garantía para evitar que puedan recibir los atacantes y realizar ataques, anulándoles.

El mercado de fichajes debe ir encaminado a buscar un perfil que se adapte a las exigencias de su técnico. Que no requiere de centrales tan técnicos para sacar el balón jugado, pues no trata de sacar el balón jugado en caso de presión del rival, sino que busca ganar las segundas jugadas con balones a los delanteros.

No sería de extrañar que futbolistas importantes en el vestuario verdiblanco, como Aissa Mandi o Marc Bartra, hiciesen las maletas para renovar una zaga que, junto a la portería, han rendido a un nivel demasiado bajo.

En el caso de los laterales, cuenta con dos lanzas por ambos lados, más preocupados de atacar que de defender. Todos ellos son aptos para su estilo, aunque está por ver si se buscan alternativas de otro perfil para trabajar en un equipo más compacto.

Carriles exteriores libres para los laterales. El resto de atacantes por carril central.

En el West Ham, apenas llegaban a línea de fondo, guardando siempre a cuatro futbolistas atrás para protegerse de un posible contragolpe. Mientras que en equipos como Villarreal, Málaga y Real Madrid les dio mayor libertad para incorporarse al ataque, acumulando a los jugadores más creativos por el carril central y liberando las bandas para las subidas de estos.

En su línea de cuatro trabaja una serie de mecanismos para tratar de evitar contragolpes del rival, aunque muchas veces exponiendo demasiado a su equipo. Es por eso que busca centrales que en campo abierto sean capaces de ganar duelos.

Cuando un futbolista recibe entre líneas, el central más cercano salta al jugador con balón, para achicar espacios y los otros tres componentes de la línea defensiva se cierran más atrás. Este movimiento impide al poseedor del balón pensar demasiado, forzando la pérdida de balón. Por ese motivo, centrales como Marc Bartra o Mandi, que esta temporada se han visto superados en numerosas ocasiones por regates del rival, se presentan como futbolistas con poco encaje en el equipo de Manuel Pellegrini.

Uno de los centrales va al duelo aéreo. Lateral y central contrario se repliegan para cerrar espacios.

Este movimiento también es propio en los centrocampistas, sobretodo en pérdida en campo rival, donde los dos pivotes saltan al jugador con balón, cometiendo falta o forzando la pérdida para evitar contragolpes cómodos al rival. En ocasiones, con los laterales que han ganado altura, sus equipos dejan espacios para que los extremos busquen el espacio.

Jugadores próximos al poseedor del balón van a forzar la pérdida, saliendo a achicar espacios.

A nivel defensivo, a excepción de su etapa en el West Ham, ha sido un entrenador atrevido. Con un bloque medio-alto y buscando la pérdida del rival. Con un perfil de centrales muy definido y que no casa con la plantilla actual, el nuevo Director Deportivo deberá buscar las piezas ideales para un puzzle que no encaja hasta el momento.

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