El Atlético de Madrid consiguió ayer el triunfo ante el FC Barcelona en el Wanda Metropolitano, en un partido en el que había algo más que tres puntos en juego. El equipo colchonero, que encadenaba una racha de cuatro victorias y ninguna derrota en la competición, se enfrentaba a una prueba que determinaba su capacidad para ganar esta liga, que acabó superando con creces.
El 1-0 les valió a los de Simeone para asentarse en la segunda plaza en la clasificación, y para hacerles creer en que aquel sueño de la temporada 2013/14 tiene posibilidades de repetirse. Y es que el juego de este equipo comienza a recordar al de aquella histórica plantilla, caracterizada por su solidez defensiva y su capacidad para aprovechar las ocasiones arriba.
El técnico argentino plantea esta temporada las ideas ‘clásicas’ anteriores y añade factores nuevos. Por un lado, mantiene en su esquema centrales fiables al corte (siendo común la rotación entre Felipe, Savic y Mario Hermoso) que permiten tanto a Trippier como a Lodi desarrollar su potencial ofensivo. El centro del campo, por su parte, sigue una línea clara: futbolistas con una marcada filosofía de trabajo y compromiso en la recuperación de balón que también tienen la capacidad de mantener la posesión y crear juego (véase Koke, Saúl, Torreira…). La parcela ofensiva es quizás la parte más vistosa del equipo. Contando con nombres de la talla de Luis Súarez, Joao Félix, Yannick Carrasco o Diego Costa, el Atlético cuenta con una amplia gama de recursos adaptable a cualquier situación de partido.
Es esta gran variedad de alternativas de calidad la que hace tan peligroso al conjunto rojiblanco. Contar con un buen fondo de armario puede suponer una clara ventaja contra tus rivales en competiciones de gran desgaste físico, y así lo deja ver el club madrileño. Pero la multitud de recursos no es el único comodín de este Atlético, pues también posee la capacidad de llevar al máximo el potencial de sus jugadores. La proyección ofensiva que ha ganado Marcos Llorente, como un jugador capaz de unirse al ataque o incluso jugar arriba para aprovechar desde un inicio sus condiciones físicas, o la irrupción de Joao Félix como un fijo en el cuadro de Simeone, obteniendo cierta libertad de movimientos para hacer jugar al equipo, son algunos de los ejemplos de este concepto.
Esta autonomía concedida a algunos futbolistas no sería posible sin una seguridad en defensa que lo permita. Es aquí donde reside otra de las bazas de la plantilla: el haber conseguido crear una línea defensiva que, aunque ha mostrado ciertas carencias en Champions, en la competición liguera resulta casi infranqueable. Esto se ve reflejado en la estadística de diferencia de goles del equipo, que cuenta con 18 goles a favor que contrastan con sólo dos goles encajados. Unos datos a los que ha contribuido en gran medida el portero titular del equipo, Jan Oblak, quien otro año más vuelve a ser uno de los protagonistas del conjunto rojiblanco, firmando seis porterías a cero en lo que va de liga.
Toda esta combinación de elementos favorables presentan al club ‘indio’ como un firme candidato a ganar esta edición de LaLiga Santander. Los de Simeone cuentan con dos partidos menos que el primero de la tabla (la Real Sociedad, que les saca 3 puntos) y ya ven desde arriba tanto al Real Madrid como al FC Barcelona, a los que sacan tres y nueve puntos respectivamente. A pesar de todo, el Atlético deberá continuar con sus ideales de esfuerzo y constancia durante 28 largas jornadas de esta competición, en las que se determinará el éxito del proyecto planteado por el club.