Con la goleada del Celta de Vigo sobre el Cádiz CF (4-0) se da por terminada la decimotercera jornada liguera. Todo se resolvió en la primera mitad, gracias a un inspirado conjunto vigués que demuestra ser muy ‘valiente’ en ataque. El cuadro gaditano consuma su segunda derrota como visitante donde, a diferencia de otros encuentros, no pudieron definir las oportunidades creadas.
Alineaciones
El Celta de Vigo salía con un 1-4-1-3-2: Rubén Blanco; Hugo Mallo, Aidoo, Araújo, Olaza; Tapia; Denis Suárez, Brais Méndez, Nolito; Iago Aspas y Santi Mina (Fran Beltrán).
La entrada de Aidoo en sustitución del sancionado Murillo, por acumulación de amonestaciones, fue la única novedad que presentó Eduardo Coudet en Balaídos ante el Cádiz.
Por su parte, el club gaditano volvió al 1-4-4-2, a ese dibujo que tan buenos resultados le estaban dando lejos de la tacita de plata hasta la fecha. En detrimento de Jairo y Bodiger, Álvaro Cervera introdujo a Alejo que, debutaba como titular, junto al ‘tiburón’ Negredo intentando buscar el 1 contra 1 de sus atacantes contra los centrales celestes.
El once ‘amarillo’ al completo fue: Conan Ledesma; Iza, Fali, Marcos Mauro, ‘Pacha’ Espino (Jairo); Alejo (Pombo), Jonsson, Álex Fernández, Perea; Álvaro Giménez y Negredo.
El partido
Empezaba el encuentro con un Celta dominador que presionaba alto y quería acumular muchos jugadores en sus acciones de ataque. Fue a los cinco minutos de juego cuando, gracias a la libertad de movimientos de la que dispone Aspas, sirvió para hacer una pared con Nolito que, desde la banda, se introdujo en el área consiguiendo en su primer disparo, el primer gol.
Acto seguido, el Cádiz empezó a notarse en el campo, llegando la primera ocasión visitante a través de una jugada de estrategia que consiguió rematar Negredo enviando el balón al larguero. Mediante ‘bombardeos’ constantes desde las bandas, el Celta sufría mucho.
Iago Aspas, omnipresente en todas las zonas de ataque, vió desde campo propio un desmarque de Santi Mina y en un pase sensacional en profundidad lo dejó solo frente al portero. Conan Ledesma se vió superado y derribó al delantero gallego cometiendo penalti. Segundo gol de los locales, gracias al lanzamiento desde los once metros transformados. Efectividad al cien por cien para los vigueses que, en dos disparos encontraron dos goles. Por su parte, los visitantes tuvieron cuatro oportunidades que no encontraron portería.
Santi Mina se tuvo que retirar lesionado, dejando su puesto a Fran Beltrán. Precisamente, el canterano del Rayo Vallecano nada más salir, fue el encargado de colocar el tercero en el electrónico, gracias a una nueva jugada asociativa, donde el de Moaña dejó el balón ‘muerto’ en la frontal para que el mediocentro fusilara al palo izquierdo de la portería. Con un Cádiz ‘atropellado’, puso la ‘puntilla’ el Celta con un cuarto tanto: un centro de Denis Suárez y una mala salida del guardameta argentino hizo que Brais Méndez rematara.
El fútbol a veces te quita lo que otras veces te da y esta vez, los primeros 45 minutos fueron mucho más igualados de lo que el marcador señala (4-0). Esta vez, el Cádiz no aprovechó las oportunidades de las que dispuso, incluso tuvo más en 45 minutos que en otros encuentros al completo. La otra cara de la moneda era el equipo celeste que, se mostró como una apisonadora donde le salía todo lo que intentaba.
Con dos sustituciones en el Cádiz comenzó la segunda mitad, retirando a Espino y Alejo para ingresar Jairo y Pombo sin modificar el sistema, manteniendo el 1-4-4-2.
Gracias a que los de Álvaro Cervera se volcaban en campo rival, el Celta se dedicaba a lanzar balones en profundidad a Iago Aspas, la única referencia ofensiva local que, era mucho más veloz que los centrales andaluces y les hacía sufrir mucho para defenderlo en campo abierto.
Finalmente, el resto del encuentro se quedó en una anécdota sin nada destacable. Este triunfo le sirve al Celta para colocar su tercera victoria consecutiva y para 8 posiciones hasta el noveno puesto, colocándose con 16 puntos a dos de Europa y a cinco del descenso. El Cádiz termina en séptimo puesto con dos puntos más que los gallegos.