Los resultados deportivos en las últimas campañas no han sido los mejores para el cuadro gallego, pero en otra faceta ha conseguido maximizar los números.
La gestión deportiva de Carlos Mouriño en los últimos cuatro años no ha sido la esperada, pero el Celta ha generado grandes beneficios a nivel económico. En la última campaña el conjunto vigués generó 14’9 millones de euros en ganancias y restando los impuestos suponen un 10’7 millones de superávit. Estos datos financieros se han conseguido con una postura conservadora, muy bien reflejada en el pasado mercado estival cuando el Celta no realizó prácticamente incorporaciones. Con la pandemia de por medio, las altas esferas del club han tomado la decisión de reducir el presupuesto del equipo para cuadrar cuentas. La reducción del presupuesto respecto a la temporada anterior ha sido del 30% menor y se ha establecido en 70’3 millones.
No obstante, la escuadra celtista no consiguió evitar las pérdidas por la crisis de la pandemia que se cuantifican en 12 millones. Pese al gran mantenimiento económico del equipo gallego, la masa social del club no está satisfecha con el proyecto deportivo en los últimos cursos. Y es que el Celta no ha conseguido sobrepasar la mitad de tabla en las últimas cuatro campañas:
Temporada 2016/2017: El RC Celta finalizó 13º.
Temporada 2017/2018: El RC Celta finalizó 13º.
Temporada 2018/2019: El RC Celta finalizó 17º.
Temporada 2019/2020: El RC Celta finalizó 17º.
Estos registros muestran una preocupante tendencia a la baja para los celtiñas e, incluso en la vigente temporada, se ha agudizado la gravedad de la situación. El Celta se encuentra en el ‘farolillo rojo‘ de la competición, es decir, en la última plaza de la clasificación y sin signos de mejoría. Eduardo Coudet tiene mucho trabajo por delante para revertir una dinámica de muchos años.